| Anoche, a las 21.20, luego de mucho insistir, LA NACION se comunicó con Carlos Ischia, pero en lugar de clarificarse el panorama, la situación en Boca pareció complicarse cada vez más: "No te puedo decir nada porque todavía no me reuní con ningún dirigente", dijo.
-Pero Carlos, si Pompilio dijo que era el principal candidato y que en breve iba a hablar con usted...
-Sé lo mismo que vos, pero hasta ahora tuve una comunicación telefónica y nada más. Estoy esperando que me llamen para reunirme.
Las versiones fueron muchas. Que estuvieron reunidos; que lo iban a hacer anoche, en un restaurante al cierre de esta edición. Lo único concreto por el momento es que Boca todavía no tiene entrenador por la indefinición de Pedro Pompilio, presidente xeneize, pero también por las piedras que puso Diego Maradona, manager ad honorem de Boca, anoche también, antes de jugar en el Luna Park ante Brasil por el showbol. El ex capitán del seleccionado argentino fue muy crítico con Ischia, tanto como lo había sido con Carlos Bianchi.
"Ischia no me gusta. Todavía no hablé con Pedro (por Pompilio), pero no me parece que sea el entrenador para Boca. Si lo elige Pompilio tiene una carta abierta y el presidente de Boca tiene posibilidad de elegir al que quiere. Sé que me estuvo llamando y charló con un amigo, pero conmigo todavía no habló", dijo muy tranquilo Maradona.
Y siguió: "La verdad que hoy no tengo un candidato porque no hay muchas alternativas... Aunque, pensándolo bien, el Bambino Veira puede ser. Sí, elegiría al Bambino. No sé. Estoy convencido de que Russo tiene más pergaminos que Ischia. Si Ischia es el técnico de Boca, yo me vuelvo al palco", amenazó una vez más, como ya lo había hecho con la posibilidad de que se sume el Virrey, aunque en ese caso la frase fue: "Si viene Bianchi, me voy a mi casa".
Hay que ver cómo toma Pompilio las declaraciones de Maradona. El presidente, primero, intentó restarle importancia a las diferencias de Diego con Bianchi, pero el malestar del Diez existe y parecería que Ischia recibe piedras por carácter transitivo . De todas formas, más allá de las opiniones de los últimos días, la mayoría de los simpatizantes xeneizes se manifestaron en favor de Bianchi, el entrenador más ganador en la historia de Boca, y disgustados con la postura de Maradona.
Otro punto confuso en la jornada de ayer fue la situación de Julio Santella. El preparador físico, que asumió en septiembre último como coordinador general del área en las divisiones inferiores, ya había fijado su postura de no trabajar más con los planteles profesionales. "Mi idea es que el contrato que firmé por cinco años sea como una jubilación de privilegio. Me interesó mucho el ofrecimiento de Boca para trabajar en las inferiores, pero los últimos meses que estuve en Racing me di cuenta de que ya no tengo más ganas de concentrar antes de los partidos, de estar en el día a día con los jugadores grandes", dijo hace poco y anoche, a las 20.15, en diálogo con LA NACION, dijo: "Estoy esperando que me llamen. Sabía que se iban a reunir con Carlos (por Ischia), pero no sé qué van a resolver".
La idea fija de Pompilio es que Santella se haga cargo por seis meses del plantel profesional, con Ischia, y luego que asuma Alfredo Altieri como preparador físico. Santella tiene una gran afinidad con Ischia, tanta como con Bianchi, pero...
Las dudas pasan porque no se conocen los movimientos de Pompilio. Son impredecibles, incluso, para sus propios pares de comisión directiva, que anoche desconocían lo que puede suceder. Ischia, luego de una historia llena de desprolijidades y que involucró los nombres de Russo, Bianchi, Barros Schelotto, Riquelme, Batistuta y Ribolzi, sigue como el principal candidato. Por lo menos lo era hasta que opinó Maradona.
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